
Martin Gardner fue un periodista y filósofo de la ciencia, ampliamente conocido por sus artículos y libros de matemáticas recreativas. También fue divulgador científico, mago y crítico de temas paranormales.
De manera póstuma, en 2013, se publicó su autobiografía, la cuál escribió a los 95 años, poco antes de morir en 2010. El título original es Undiluted Hocus-Pocus, The Autobiography of Martin Gardner, que viene siendo Hocus-Pocus sin diluir, la autobiografía de Martin Gardner. En español, Páginas Libros de Magia, lo publica bajo el título ¡Puro Abracadabra! Martin Gardner Autobiografía.
El libro es de muy fácil lectura. Sin un orden cronológico muy estricto nos conduce por su infancia, la casa paterna, algunas anécdotas sobre sus padres y hermanos, sus días en la universidad, para llevarnos después a su tiempo como escritor, matrimonio e hijos.
Se indica que varias personas del mundo del escepticismo se mostraron desilusionados de que Gardner creyera en Dios y en vida después de la muerte. En la autobiografía muestra su postura al respecto y se ve que desde su época de estudiante su fe fue cambiando varias veces, creo que con su formación de filósofo era imposible que no se planteara cuestionamientos y sus respuestas a ellos fueran cambiando a lo largo de su vida.
Gardner va narrando numerosos episodios humorísticos, su trabajo a bordo de un barco durante la Segunda Guerra Mundial y las personalidades que su trabajo como escritor y divulgador lo llevaron a conocer. Hace patente su amor por los colores, lo cual lo hizo querer de forma muy particular los libros de El Mago de Oz. También tuvo un gusto especial por los libros de Alicia, indicando que el mundo de Alicia y Oz pudieran estar relacionados. Por el significado religioso, Gilbert K. Chesterton es uno de sus autores favoritos, nombrado de manera frecuente en la autobiografía, sobre todo El hombre que fue Jueves y Los países de colores, debido a los colores.
Mis quejas van enfocadas específicamente a la edición en español. Me parece una edición no muy cuidada donde hay errores tipográficos, problemas de traducción que llevan a palabras inexistentes y una cantidad impresionante de notas agregadas por el editor que hacen lenta la lectura si se van consultando. Algunas notas están en la misma página y otras al final del libro. La mayoría de ellas son datos sobre si existen o no traducciones al español de textos mencionados y en ocasiones breves biografías de personas o información sobre quién y cuándo comenzó a publicarse una revista. No resulta claro por qué algunos nombres de publicaciones vienen en inglés, con su consiguiente nota traduciendo el título, y otros nombres vienen en español. Tampoco es claro por qué algunos textos tienen nota y otros no.
A lo largo del libro hay varios poemas, otra de las habilidades de Gardner, los mismos se presentan en inglés y en seguida en español, lo cual me pareció muy buen detalle, pues un poema al traducirse pierde su musicalidad. Algunos de ellos, cuando los tradujeron, buscando tener rima en español cambiaron sustancialmente la idea, al tener juntas las versiones en inglés y español se vuelve muy evidente el cambio en la esencia. Otros poemas son traducidos literalmente, sin forzar la rima en español y apegándose más al original. Una vez más no sé que lineamientos usaron para uno u otro estilo. ¿Licencia poética?
Uno de los poemas que más me gustaron es Spring Fever de Jamie Sexton Holme, citado en el libro porque Gardner considera que ella al igual que otros humildes poetas merecen nuestro recuerdo. Es uno de los poemas que más me molestó la traducción.
Gardner fue polifacético. Escribía poesía, dibujaba caricaturas, hacía divulgación, se codeaba con grandes matemáticos sin ser matemático, con grandes magos sin ser mago profesional. Siempre tuvo curiosidad por las cosas y por investigar. Indica “tenía que esforzarme mucho por entender lo que escribía, y eso me ayudó a escribir de forma que otros también lo pudieran comprender”.
James Randi, que escribió el epílogo, menciona que en una conferencia que presentó en IBM, los ingenieros dudaban de que Martin Gardner fuera una persona real. Randi agrega que era una amalgama de Isaac Asimov, Arthur C. Clarke y tal vez algún colega ilusionista. Las personas de IBM quedaron asombradas de que alguien así en verdad existiera y fuera realmente el experto que parecía ser.
¡Puro Abracadabra!
Martin Gardner.
Páginas Libros de Magia.
297 páginas.
No se indica año en la edición española.