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Onegin

Erick Rodríguez en su depedida como Onegin

El pasado 12 de noviembre, el primer bailarín Erick Rodríguez se despidió de la Compañía Nacional de Danza de México con la obra Onegin. La temporada, del 5 al 12 de noviembre, contó con 4 funciones y dos elencos para los papeles principales (excepto para el Príncipe Gremin, que tuvo tres intérpretes) Erick Rodríguez bailó  los días 7 y 12.

John Cranko coreografió la obra en 1965 para el Stuttgart Ballet, basándose en la novela de Alexander Pushkin, Eugenio Oneguin (también escrito Eugene Onegin. Creo que la forma correcta en español es con la u, produciendo un sonido suave, en la reseña usaré la ortografía del programa de mano)

El argumento es aproximadamente el siguiente: Olga está comprometida con Lensky. Su hermana Tatiana se enamora de Onegin, quién la trata de manera fría y frente a ella rompe la carta de amor que le ha hecho llegar. En una fiesta, Onegin coquetea con Olga, provocando el enojo de Lensky, quien lo reta a duelo. Onegin mata a su rival y se va de la ciudad. Diez años después regresa, encontrando a la princesa Tatiana casada con el príncipe Grevin. Onegin ahora es quien escribe una carta de amor. Tatiana no quiere que Grevin la deje sola, pero él tiene que salir, por lo que Onegin se presenta esperando una respuesta. Es turno de Tatiana de romper la carta frente a Onegin y pedirle que salga de su vida para siempre.

Ballets basados en novelas rusas del siglo XIX como Ana Karenina y Un héroe de nuestro tiempo no son de mis favoritos. A mi gusto tienen demasiadas escenas de bailes de corte, aunque lo admito, los ballets clásicos también tienen muchas escenas de danzas en palacio que agregan poco a la historia.

 En el caso de Onegin, tampoco es de mis obras favoritas, sin embargo, esas escenas de baile en la corte son interesantes por tener pasos muy elaborados y frecuentemente desplazamientos a gran velocidad por el escenario.

La escenografía me gustó mucho, transporta a los palacios y lugares de la historia. El uso del proscenio mientras se hacen cambios durante las escenas me pareció muy acertado.

En el primer acto Tatiana se ve frente al espejo, me gustó cómo lo resolvieron mediante otra bailarina. También cómo su sueño se va materializando a través del espejo. La danza triste de Lensky antes del duelo transmitió mucho sentimiento. El duelo y los recuerdos atormentando a Onegin desfilando en el proscenio son escenas muy bien hechas. El final, cuando Tatiana es quien desprecia a Onegin con las mismas acciones que él tuvo antes hacia ella, es algo muy fuerte. Tatiana queda llorando, ella en verdad lo quiso, pero han pasado demasiadas cosas y es muy tarde para que surja algo, aunque por un momento pareciera que ella va a ceder. El papel de Tatiana, en la función final fue interpretado por Elisa Ramos, esposa de Erick, quien es Primera Solista.

Erick Rodríguez nació en La Habana, fue parte del Ballet nacional de Cuba del 2000 al 2002. Ingresó a la Compañía Nacional de Danza de México en 2003 y en 2009 llegó a Primer Bailarín. Tras 20 años en esta agrupación, se despide con una obra que le gusta mucho y bailó 13 años atrás. Teniendo la oportunidad de reinterpretar el papel, ahora más maduro.

La tarde del 12 de noviembre, la última que bailó, la función fue suya y todo el Palacio de Bellas Artes estuvo para acompañarlo. En la Luneta (planta baja) se dieron cita personalidades de la danza: coreógrafas, ex primeras bailarinas y primeros bailarines, directores artísticos anteriores, gente que se ha despedido previamente y que compartieron escenario con Erick. Tras la función, se proyectó un video con compañeros, familiares y amigos enviando sus mejores deseos al homenajeado en la nueva etapa de su carrera. Me pareció muy importante eso: nadie lo vio como “retirarse” si no como una nueva etapa en su vida profesional. No sabemos que planes tenga, pero seguramente seguirá muy activo, ahora en otro papel.

Antón Joroshmanov, Elisa Ramos, Óliver, Díaz, Erick Rodríguez, Alexis Escamilla

Es la segunda vez que voy a una función de despedida, la primera vez fue en 2008 cuando la Primera Bailarina Irma Morales dijo adiós con Romeo y Julieta. En aquella ocasión si mal no recuerdo no hubo temporada, fue una sola función. En el vestíbulo de la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes se colocó una exposición con fotos, zapatillas y momentos de la carrera de Irma. En este caso, esperaba también alguna exposición sobre la trayectoria de Erick. No la hubo. A fin de cuentas, son 15 años de distancia y diferente administración. Algo que también extrañé fue el programa de mano impreso. Constantemente me he quejado en este espacio de los ahora omnipresentes programas digitales. Del 2008 incluso tengo el programa con una dedicatoria de la maestra Morales. Este año solo nos llevamos el programa digital. El formato impreso estuvo disponible exclusivamente para los invitados especiales en la mesa de cortesías.

Uno de los nuevos retos con los programas digitales es la forma en la que se van a archivar y documentar los mismos, cómo se va a conservar la parte de la historia que va en esos registros, donde ahora se pierden las variaciones o pequeñas historias particulares en que puede puede haber algo dedicado o firmado.

Onegin
Coreografía: John Cranko.
Reposición: Jane Bourne.
Música: Piotr I. Chaikovki.
Orquesta del Teatro de Bellas Artes. Óliver Díaz, Director Invitado.
Solistas del 12 de noviembre: Erik Rodríguez, Elisa Ramos, Argenis Montalvo, Alexis Escamilla, Antón Joroshmanov, Sonia Jiménez, Irina Marcano.
Duración aproximada: 2 horas con 2 intermedios.

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