circo

Luna Eva

El pasado 3 de diciembre se presentó en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, el cierre de temporada de Luna Eva, la nueva creación del Cirko De Mente. Estrenado en el Festival Internacional Cervantino el pasado octubre y con una temporada en la Karpa De Mente, el espectáculo cerró con la presentación en el recinto del Centro Histórico.

Se crea una atmósfera interesante con la iluminación y me gustó mucho lo que el músico hizo con la voz. Se trató de un músico que con sintetizador, voz, mezclas, en momentos piano y percusiones ambientaba los actos.

El espectáculo en si no me gustó. Sentí muy lentas las transiciones entre un acto y otro, creo que frecuentemente eran cosas abstractas, no precisamente algo que uniera argumentalmente cada acto, por ejemplo pasar con un bloque de hielo, dejarlo suspendido y nunca usarlo, o limpiar con mechudos un suelo limpio a una velocidad a la que evidentemente no se está limpiando. Al principio me parece que son unos náufragos en el mar, después la idea la pierdo completamente. La única transición que me gustó fue la de clown.

Los números consistieron en una pequeña introducción donde se vio un poco de todo lo que venía. Luego hubo mástil chino intercalado con pulsadas, malabares con sombreros, suspensión capilar, rueda Cyr, lanzamiento de cuchillos y nuevamente mástil chino con pulsadas.

La transición hacia el número de rueda Cyr fue la que menos me gustó, no me quedó claro si era una transición o un número completo de acrobacia o break. Al comenzar con la rueda sentí el giro descontrolado y un momento después la ejecutante golpeó parte de la escenografía con el resultado de una luz fundida. En el lanzamiento de cuchillos, en el momento cumbre, el cuchillo cayó en el piano. No creo que esté planeado clavar al piano en cada función. Durante la introducción el lanzador ya había perdido su blanco.

Una niña en el público comenzó preguntando con voz muy curiosa ¿Qué es eso? ¿Qué van a hacer? ¿Qué va a pasar? Hacia el final le preguntaba a sus papás por la Navidad.

Hay buenos actos. La iluminación, la música y la voz las disfruté mucho, pero me pareció lenta, muy abstracta y con errores. Con una duración aproximada de 1:15 la sentí larga.

Nuevamente enfrenté al código QR. El teatro proporciona dos: uno para ver la cartelera y otro para ver el programa de mano. La realidad es que ambos muestran la cartelera, por lo tanto desconozco el equipo que trabajó en Luna Eva. Por el momento he asistido a 3 obras con QR y solo en una de ellas funcionó.

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