
Baal fue escrita por Bertolt Brecht en 1918 siendo su primer obra de teatro “completa”. En la mitología Baal existe como deidad y falsa deidad en varios pueblos antiguos. Se le relaciona con la fertilidad y en algunas culturas las fiestas en su honor incluían orgías. Dentro de la obra, el personaje Baal es visto como dios por algunos, como demonio por otros y frecuentemente pasa de uno a otro lado.
Esto no es sobre Baal (a partir de Baal, de Brecht) es el examen de alumnos de cuarto año de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT) montaje dirigido por Jesús Diaz. Según se indica en el programa de mano, la obra no es acerca de Baal, es sobre Emily, Johanna y Sophie, personajes que Baal deja hechos jirones.
Al entrar al foro somos sentados en bancos ante una mesa-tablón de taberna, toda la historia se desarrollará a nuestro alrededor o sobre el tablón. Baal constantemente ocupa el sitio de honor de la mesa, es un poeta alcohólico, mujeriego y patán que va por la vida engatusando a la gente, principalmente para llevársela a la cama y posteriormente desecharla regodeándose en su cinismo.
10 actores interpretan alrededor de 52 personajes que están en un mundo decadente, el vestuario, maquillaje y actitudes muestran esa decadencia. Gente vistiendo con retazos, pero no solo la ropa está parchada, también sus cuerpos y almas están en pedazos, con trozos que por ahí sobraron. Personas con 4 piernas, 6 brazos, sin piernas, gastritis y una tos ligera que los deforma. Frecuentan las oscuras tabernas. Nosotros, los espectadores, también estamos sentados ante esa mesa, formando parte de las almas en decadencia que miran los abusos a escasos centímetros sin intervenir.
No es una obra fácil ni para el público ni para los actores. No es “bonita”, es un texto que incomoda. Resulta un poco cansado estar sentado en los bancos pero se van rápido las dos horas y media que dura. Es un montaje bien realizado con una propuesta escenográfica bastante interesante que mete al espectador a ese mundo decadente. Con pocas luces logran crear diversas atmósferas.
La forma de dar las gracias me llamó la atención, es de manera muy personal y con gran acercamiento al público. Muestra mucha humanidad, no se si tomarlo como una forma de bajar la tensión o como una manera verdadera de decir gracias.
Con el personaje de Baal no pude evitar acordarme de gente que conozco: los gestos, la forma de comportarse, el humor vulgar que utiliza. Todos conocemos un Baal. También conocemos una Emily, una Johanna, una Sophie.
Es un montaje muy recomendable que estará hasta el 4 de agosto en el foro Antonio López Mancera de la ENAT en el Centro Nacional de las Artes. Consideraciones: la entrada es libre con cupo limitado, los boletos se entregan una hora antes de cada función, los fines de semana suele llenarse por lo que hay que llegar con bastante anticipación. Normalmente el último día solo es para invitados y no hay boletos para público en general. La mayoría de los asientos son banquitos, en un costado hay sillas preferenciales para personas de la tercera edad o con problemas de espalda. Se permite moverse, levantarse o cambiar de lugar durante la obra.
Esto no es sobre Baal, a partir de Baal de Bertolt Brecht.
Dirección: Jesús Diaz
Foro Antonio López Mancera de la ENAT
Examen de cuarto año de las licenciaturas de actuación y escenografía
Del 21 de Junio al 4 de Agosto
Duración aproximada 2:30 horas sin intermedio
Público mayor de 15 años